Estoy enferma de FIBROMIALGIA, además de otras enfermedades como Artrosis, Escoliosis, BMG (células alteradas en la sangre, que pueden desencadenar en Leucemia o Cáncer de huesos) por lo cual tengo que acudir a revisiones anuales para controlarlas.
Al cumplir los 50 años, me llego la menopausia y con ella más problemas, en el año 2.001 me operaron del menisco, que estaba destrozado y no se ni como se rompió, al año siguiente me operaron de un Fribrodenoma de mamas GAD benigno. A consecuencia de todo esto caí en una depresión, solo me encontraba bien en el sofá, con la manta eléctrica para quitarme las contracturas que se me hacían en la espalda al menor esfuerzo. Fue entonces cuando me diagnosticaron Fibromialgia.
Un día vino a verme mi consuegra Teresa y me pidió que la acompañara a una escuela de yoga en el que hacían también “Danza del vientre”, es la escuela Dharma Yoga. Entonces yo desconocía todo este mundo, pero al conocer a la profesora Inma me pareció que ella me ayudaría a salir de este pozo en el que me veía inmersa, enseguida conecté con ella, noté como si ya la hubiera conocido anteriormente. En ese momento supe que empezaba una nueva vida para mí, una vida de lucha y de luz, encontrando la mano que me ayudaría a salir de ese pozo, de la oscuridad y del dolor.
Hoy estoy eternamente agradecida a Tere, a Inma y a mis otros profesores Carlos y Mercè, ya que han sido los que me han mostrado este camino que he decidido emprender.
Empecé haciendo Hatha-Yoga, tres días a la semana y poco a poco fui viendo que recuperaba la flexibilidad y decidí completar la semana haciendo Kundalini Yoga.
En esos días en que sentía mucho dolor, Inma me practicaba alguna sesión de Reiki (Energía Universal) de manera desinteresada, llenándome así de energía y fuerza para poder seguir hacia delante. También he cambiado mi alimentación y entre las enseñanzas de Inma y el libro que me recomendó, “La alimentación como medicina”, he aprendido muchas cosas que ignoraba.
Hoy puedo decir que, durante estos cinco años, gracias al mundo del Yoga soy otra persona. He recuperado mi alegría, la seguridad en mi misma, vuelvo a conducir después de 12 años, mis células están estables y me siento más feliz.
Una vez empezado un nuevo camino, más espiritual, más interior, quise seguir adentrándome en él. Me he interesado por nuevas lecturas y he completado la formación de Reiki y la maestría, que estoy utilizando para ayudar a otras personas que lo necesitan y a mi misma, practicando cada día tanto el Reiki como el Yoga.
El Yoga ha conseguido cambiar mi vida, me ha dado mas seguridad en mi misma y la confianza de que poseo la fuerza para superar cualquier contratiempo. Espero que mi sincero testimonio pueda ayudar a otras personas que padezcan tanto Fibromialgia, como cualquier otra enfermedad. Luchando con confianza se consiguen grandes éxitos.
CON TODO MI AMOR
MªLUISA SILES LÓPEZ