Los sonidos y vibraciones retumban por todo el cuerpo. Sientes que la cabeza te da vueltas y que los músculos se relajan.
Sientes estallidos de vibraciones por los brazos y piernas, un cosquilleo que va y viene constantemente. Es una experiencia única y relajante de las que más he sentido. Después de una sesión, salgo de clase como si estuviera flotando.